3 comentarios:

Hijos de Diola dijo...

La oscuridad del día, de la noche...
El silencio de las voces.
El ruido de la respiración cansada y temerosa.
El pulso del corazón.
La sequedad de los labios.
Los ojos mojados...
La piel húmeda de sudor...
Llegarían, a lo lejos se los escuchaba... Las olas se enfurecían y avisaban que estaban cerca...
Ellos esperaban sin querer esperar...
Ellos respiraban, a veces, sin querer respirar...
Un destino sin elección...
Una MADRE TIERRA sin respetar, sin acariciar...
Apretados estaban, sin espacio para sentir la libertad...
Allí. Muchos cruzaron la puerta del NO RETORNO, del NUNCA REGRESAR... Así fue..
Partieron, se los llevaron a los gritos entre avaricia y poder...
Ellos caminaron y todavía se escuchan el sonido de sus pies descalzos que pesaban sobre las piedras...
Todavía se escucha el golpe de las duras cadenas entre sus pieles... Entre sus huesos...
Partieron hacia diferentes lugares...
Marcharon callados con gotas de mar en sus caras...
Sangre que se mezclo con la sal del agua y la tierra pegada del pasado.
Vivieron y vibraron en todas martes...
Se salvaron bajo las sombras de los arbolés entre sus raíces que llevaron en sus almas intactas de su AFRICA NEGRA... Y ella revive en cada uno de nosotros...

Dedicado a cada alma que partió de su madre tierra y que cruzo aquella puerta “no retorno” (casa de la esclavitud en Isla de Gorée – Dakar – Senegal- Africa). Hoy y siempre vibraran en mi cuerpo y alma...
A todos aquellos que siguen siendo esclavos de esta sociedad, de este sistema y que no tienen oportunidad de sentir la libertad...

NOELIA MIEGGI -ARG

Anónimo dijo...

hermoso noe, te quierop

Vale dijo...

Gracias por tus palabras de amor, respeto y deseos de libertad. Nos vemos en la danza, que nos hace libres!
Te quiero mucho Noe!